¿Te has preguntado alguna vez cómo afectan las redes sociales psicológicamente? En la era digital en la que vivimos, las redes sociales son una parte integral de nuestras vidas, y es importante entender cómo pueden influir en nuestra salud mental.
Las redes sociales pueden tener un impacto significativo en nuestra autoestima. A menudo, nos comparamos con los demás y nos sentimos mal si no estamos a la altura de sus logros. Esta comparación constante puede llevar a una disminución en nuestra autoestima y una sensación de insuficiencia. También puede generar estrés por no cumplir los objetivos que nosotros mismos nos proponemos (por ejemplo adelgazar en tiempo record para estar bien en las fotos de verano), ansiedad, depresión por sentir que todo el mundo es feliz menos nosotros…
Es bien sabido que las redes sociales pueden desencadenar emociones intensas, tanto positivas como negativas. Si vemos publicaciones de amigos o familiares felices y exitosos, podemos sentir alegría y empatía. Sin embargo, también podemos sentir envidia, tristeza y soledad si nuestras propias vidas no parecen tan emocionantes.
Lamentablemente, las redes sociales también pueden tener un impacto negativo en la salud mental. Algunas investigaciones sugieren que el uso excesivo de las redes sociales puede estar relacionado con un mayor riesgo de depresión, ansiedad y suicidio (una causa muy común del suicidio es el ciberacoso que reciben muchos jóvenes).
¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando nos hacemos adictos a las redes sociales?
La adicción a las redes sociales se ve cada vez con más frecuencia. La adicción a los likes, la adición a la valoración positiva de los demás, la adicción a ver que está haciendo el resto… Culpa de esta adicción la tiene la dopamina, que es la hormona del placer, la droga de las adicciones. Cuando alguien te escribe un comentario bonito en instagram, o cuando te halaga en facebook, cuando te felicitan en twitter, la dopamina se eleva y hace que nuestros circuitos neuronales se activen. y la sensación es tan agradable que queremos más y más… y cada vez nos resultará más dificil dejar el móvil de lado.
En realidad, así funciona la mayoría de drogas. La forma de tratar una adicción a las redes no es muy distinta a la forma de tratar una adicción al tabaco, al juego patológico o a cualquier droga.
Es importante recordar que lo que vemos en las redes sociales a menudo no es una representación completa y precisa de la realidad. Las personas tienden a publicar los aspectos positivos de sus vidas, lo que puede llevar a una percepción distorsionada de la realidad.
Límites que debemos respetar para no convertirnos en adictos
Para mitigar el impacto negativo de las redes sociales en nuestra salud mental, es importante establecer límites en su uso. Esto podría significar limitar el tiempo que pasamos en las redes sociales o tomarse un descanso de ellas por completo. También es importante recordar que todos somos únicos y que nuestras vidas y logros no deben ser comparados con los de los demás. La siguiente lista te puede ayudar a marcar límites.
- Desactivar las notificaciones
- Establecer un horario para consultar las redes
- No las uses cuando estés en cama
- Marcarse un tiempo máximo de permanencia en las redes
- Estar unos días sin usarlas
- Eliminar las redes sociales si no las necesitas para trabajar y si notas que no te aportan beneficios
- Si crees que tienes un problema busca ayuda
En conclusión, las redes sociales pueden tener un impacto significativo en nuestra salud mental y es importante tomar medidas para protegernos de su impacto negativo. Al hacerlo, podemos disfrutar de los beneficios de las redes sociales sin comprometer nuestra salud mental y bienestar.
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